Las reglas son muy sencillas: cava el agujero. Cava hondo. Más profundo de lo que puedas imaginar.
No tengas miedo de ensuciarte las manos, porque hay un verdadero tesoro esperándote bajo tierra. Empieza a cavar y ocurrirán milagros. No tienes ni idea de lo que puede haber bajo tu césped.
Todo lo que encuentres puedes venderlo y utilizarlo para mejorar tus herramientas o comprar nuevos equipos que te ayuden a cavar más rápido y encontrar más.
¿Puedes alcanzar las verdaderas profundidades?